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El Canis Pugnax (“Perro de Combate”)🔥, también llamado en el antiguo Imperio Romano, Canis Pugnaces, fue un perro de tipo molosoide que tuvo un papel importante en el ejército y también en las arenas.

Pero ¿Cómo era el Canis Pugnax? ¿Qué función cumplió? Y ¿Qué relación tiene con el actual Cane corso? Sigue leyendo que te lo cuento todo.

 

El Canis Pugnax en el ejército del Imperio Romano

 

Su nombre nos indica la función a la que estaban destinados estos perros, lo cual no quiere decir, que fuese una única raza la que se empleaba para la misma.

Las razas preferidas eran el Molossus o mastín de Molosia, perro originario de la región del Epiro, en Grecia. Que poseía un sólido temperamento y una gran fortaleza, actualmente extinto.

La otra era el ancestro del actual Cane Corso, que siendo un perro grande, no llegaba a alcanzar las dimensiones del Molossus, pero si era tan territorial y temperamental como este.

El Canis Pugnax y el Pugnaces Britanniae

En el año 55 a.c, Julio César invadió Britannia, sus legiones se enfrentaron a guerreros celtas acompañados de unos perros de dimensiones excepcionales.

Estos animales eran descendientes directos de los mastines asirio-babilonios, que habían sido llevados a las islas Británicas por los fenicios cinco siglos atrás.

Los Romanos los llamarón “Pugnaces Britanniae” y los emplearon en las arenas de los anfiteatros. También es muy probable que los cruzasen con sus Canis Pugnax.

La función del Canis Pugnax en el ejército Romano

Pese a la falta de referencias realmente fiables sobre el uso militar del Canis Pugnax, sólo puedo emitir una opinión lo más objetiva y razonable posible, atendiendo a lo expuesto por algunos escritores del antiguo Imperio Romano.

Lo más probable es que la labor de estos perros, que podían sobrepasar en algunas ocasiones los 80 kg, fuese la de vigilar las guarniciones y los asentamientos donde se apostaba el ejercito, también debía ser efectivo a la hora de intimidar a los prisioneros.

Su potente ladrido podía avisar de la presencia de extraños y su corpulencia y arrojo le hacían capaz de enfrentarse a cualquier oponente. El rastreo y persecución del enemigo en retirada e incluso de algún fugitivo o desertor, serían también trabajos habituales a desempeñar.

Una supuesta función del Canis Pugnax sin contrastar

Considero poco posible la visión del uso en batalla que se da desde otras fuentes, en las cuales se explica que estos perros eran adiestrados para atacar a la infantería ligera y para provocar el caos en el ejército enemigo.

Según estas fuentes,  estos perros podían ser incluidos como unidades especiales de las legiones Romanas, formar dentro de estas centurias o incluso cohortes, únicamente compuestas por Canis Pugnax, que se clasificarían como Legio auxilia (unidades auxiliares a las legiones regulares).

En ocasiones se les pondría corazas de cuero o metal, collares de clavos, e incluso  cotas de malla metálica, con el objetivo de emplearles en el campo de batalla para que saltasen a destrozar y despedazar el cuello y la cara de los enemigos.

También se les emplearía como piriferi (“portadores de fuego”), con una cubeta de aceite ardiendo atada a sus espaldas, serían soltados entre la caballería enemiga produciendo el pánico entre los animales y el desorden en las líneas.

Entiendo que esta visión del Canis Pugnax, responde más a la necesidad de imaginar un pasado mucho más glorioso de lo que realmente fue, o al hecho de hacer más atractiva su lectura, pero no podemos por ello desmerecer las capacidades que tuvo este gran perro.

 

Otras utilidades del Canis Pugnax

 

Combate en los anfiteatros: fue empleado en las arenas luchando contra hombres, animales y ejecutando a algún que otro desdichado al que se le había impuesto la pena de muerte, en un “espectáculo” que hoy día se consideraría dantesco.

Caza mayor: utilidad que desempeñó eficazmente gracias a su fuerza, corpulencia y tenacidad en el agarre.

Guardián de las villas: se ocupó de la protección de estas, incluso desde el interior.

Vigilancia y protección del ganado: con su sola presencia intimidaba, pero si algún animal salvaje se acercaba más de la cuenta, no dudaría en proteger al ganado hasta la muerte si fuera necesario.

 

El Canis Pugnax y el Cane Corso

 

Se ha relacionado a este perro de la antigüedad con muchas razas actuales, pero estoy prácticamente seguro de que el Cane Corso es el descendiente más directo y el que mejor lo representa.

Con lo que se podría decir, que aunque el Canis Pugnax se extinguió hace ya mucho tiempo, una parte de él sigue viva a través del actual Cane Corso.