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La demencia senil en perros, conocida generalmente como síndrome de disfunción cognitiva canina, es una enfermedad que se presenta en muchas más ocasiones de lo que podríamos pensar.

En este artículo os voy a explicar qué es esta dolencia, los síntomas con los que se presenta, el tratamiento adecuado que debéis llevar a cabo y la esperanza de vida que tiene un perro con este diagnóstico.

 

¿Qué es la demencia senil en perros?

 

Según algunos autores se puede considerar el equivalente al Alzheimer en humanos, de hecho, muchos de los procesos causantes de esta afección coinciden:

Gran acumulación de placas seniles: Formadas por el depósito de la proteína beta-amiloide. Las zonas habitualmente más afectadas son, la corteza cerebral (en especial los lóbulos frontal y temporal) y el hipocampo, lo que demuestra una correlación entre los acúmulos de la beta-amiloide y la disfunción conductual del perro.

Angiopatía amiloide cerebral: Afecta a las arterias leptomeníngeas y a los capilares del neocórtex, hipocampo y cerebelo. Se desarrolla con la acumulación de amiloide en las paredes de estos vasos sanguíneos, por lo que no solo el aporte de nutrientes y oxigeno será menor, sino que también aumentará el riesgo de padecer hemorragias cerebrales.

Pérdida de neuronas: La pérdida de neuronas podría estar relacionada en gran parte a los acúmulos de beta-amiloide, ya que se le atribuyen propiedades neurotóxicas que causan muerte neuronal, degeneración de las sinapsis y disminución de neurotransmisores. Esto afecta negativamente al correcto funcionamiento neuronal.

Menor cantidad de algunos neurotransmisores: Disminución de los niveles de dopamina, noradrenalina, serotonina y acetilcolina. Las funciones que deben llevar acabo no son cubiertas, pudiendo afectar al estado anímico, procesos cognitivos, emociones, motricidad y el ciclo de sueño vigilia.

Estrés oxidativo: debido a la disminución pronunciada de enzimas antioxidantes provocada por la edad, se incrementan las lesiones oxidativas en lípidos, proteínas, ADN (ácido desoxirribonucleico), RNA (ácido ribonucleico) y se desarrollan disfunciones neuronales.

 

Por tanto, la demencia senil en perros o síndrome de disfunción cognitiva, es un proceso degenerativo del que no existe cura.

Afecta el perro de edad avanzada que va perdiendo sus capacidades cognitivas de manera paulatina, lo que conlleva también alteraciones en su comportamiento.

 

Síntomas de la demencia senil en perros

 

Los síntomas de esta enfermedad pueden empezar a darse alrededor de los nueve años de edad, pero también se han dado casos de perros de raza gigante a partir de los seis o siete años, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que estas razas envejecen antes.

La observación del perro nos permitirá hacer un diagnostico preliminar, ya que presentará ciertas alteraciones de la conducta:

Pérdida de hábitos adquiridos y reaparición de comportamientos corregidos en su etapa de cachorro o de joven. Como por ejemplo, hacer sus necesidades donde ya había aprendido a no hacerlo.

Cambios en la relación con el dueño. Puede mostrarse como una falta de interés (menor búsqueda de interacción, dejar de responder a órdenes y estímulos, etc). También se puede mostrar irritable, llegando incluso a la agresión.

Aumento del acicalamiento.

Alteraciones en el apetito.

Alteración en su ciclo habitual de sueño.

Desorientación, da vueltas por la casa o se queda mirando a un punto fijo. Puede llegar incluso a no reconocer personas y lugares.

La actividad del animal se ve reducida.

Lloro y/o Ladrido incesante.

 

Pero no debemos precipitarnos, aunque varios de los síntomas coincidan debemos visitar al veterinario, que mediante un chequeo general descartará otras posibles causas.

Una vez diagnosticada la demencia senil en perros o síndrome de disfunción cognitiva, empezaremos con el tratamiento.

Imagen de un perro viejo con demencia senil en perros.

Tratamiento a seguir para la demencia senil en perros

 

El tratamiento debe empezar a realizarse lo antes posible. Este consta de una terapia comportamental y farmacológica, acompañadas de la nutrición adecuada.

El objetivo es estimularle mental y socialmente, minimizar en la medida de lo posible la desorientación y el estrés, y ralentizar el proceso degenerativo.

Terapia del comportamiento para la demencia senil en perros

1. El entorno del animal debe de ser predecible, evitando así la desorientación y el estrés que le generan los cambios. Tenemos que hacer que su día a día sea lo más rutinario posible (mismos horarios de comida, paseos, etc) y evitar en la medida de lo posible cualquier cambio en el mobiliario, obras o mudanzas.

2. Mantener el vínculo emocional con el perro e incluso aumentarlo es muy importante, así como la interacción con sus congéneres.

3. Para evitar que haga sus necesidades en la casa, debemos incrementar el número de salidas a la calle, sobre todo a continuación de la comida, el juego y el sueño.

4. La repetición de ejercicios sencillos que conozca sobradamente y los juegos de olfato, nos servirán para estimularle mentalmente y mantenerle activo. Pero tampoco debemos excedernos, tengamos en cuenta su edad.

 

Terapia farmacológica para la demencia senil en perros

Los fármacos más adecuados para la demencia senil en perros o síndrome de disfunción cognitiva, son la Selegilina, la nicergolina y la propentofilina.

La elección del más adecuado es competencia del veterinario, ya que conoce cómo actúan y las propiedades que tienen.

Nutrición adecuada para la demencia senil en perros

Existen preparados comerciales con los que el animal puede mostrar una mejoría a los 30 días, estos pueden ser piensos especiales o bien cápsulas con las que suplementar su alimentación habitual.

El objetivo de esta dieta es combatir el estrés oxidativo del perro, manteniendo los nutrientes necesarios para preservar su salud general.

Los resultados sobre perros con este síndrome, apuntan incluso a la recuperación de neuronas que presentan una disfunción, pero no se han dado resultados contra la acumulación de beta-amiloide.

 

¿Cuánto tiempo puede vivir un perro con demencia senil?

 

El porcentaje de perros en edad geriátrica que pueden verse afectados por esta enfermedad, oscila entre el 23 y el 28%. Un porcentaje demasiado alto como para no tener en cuenta que pueda deberse a la demencia senil al observar los primeros síntomas.

El tiempo que puede vivir el perro variará entre los 18 y los 24 meses, e incluso más en algunos casos.

Es nuestra obligación como responsables de su bienestar, hacer todo lo posible para que mantenga una buena calidad de vida. Sé que el proceso es doloroso, pero debemos ser nuestra mejor versión delante de él, disfrutar todo lo posible de su compañía y mientras tanto, ir haciéndonos a la idea, aunque uno nunca está preparado para despedirse de su mejor amigo.

 

 

Bibliografía:

Paramio Miranda, A. 2011. Animales y flores de Bach. Emociones, conducta y salud. Ed. Díaz Santos, España.

Troncoso González, F. A. 2008. Relación entre síndrome de disfunción cognitiva, tamaño
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los requisitos para optar al título de médico veterinario de la Universidad Austral de Chile, Valdivia.

Sierra, N. 2019. Técnicas de modificación de conducta canina. Ed. UNO editorial, España.