La hidrocefalia en perros se hace patente con la acumulación excesiva de Líquido Cefalorraquídeo (LCR) en el interior del sistema ventricular encefálico (hidrocefalia interna), provocando un agrandamiento de este, o en el espacio subaracnoideo (hidrocefalia externa).
El acúmulo de LCR puede deberse a una obstrucción en alguna parte del sistema ventricular (hidrocefalia no comunicante u obstructiva).
Este exceso de LCR también puede deberse a una deficiencia en su absorción, o a un aumento de la producción (hidrocefalia comunicante).
Y por último, tenemos un tipo de hidrocefalia llamada compensatoria o ex vacuo, en la que el aumento de LCR es debido a la ausencia de masa encefálica.
Esta patología puede ser adquirida o congénita, siendo esta segunda causa la más común.
Prevalencia de la hidrocefalia en perros congénita
La hidrocefalia en perros congénita está presente desde el nacimiento del cachorro y hay algunas razas con una mayor predisposición a padecerla, como el chihuahua, el carlino, el yorkshire terrier, bichón maltés, lhasa apso, pomerania, bulldog Inglés, boston terrier, pequinés, caniche toy y el cairn terrier.
Causas de la hidrocefalia en perros
En la Hidrocefalia en perros de origen congénito, no existen estudios concluyentes que demuestren el origen de dicha patología, pero se entiende que puede ser la causa de malformaciones que obstruyen parcialmente el flujo de LCR.
Además, el hecho de que sea más frecuente la incidencia en razas toy, pequeñas y braquicéfalas con unas características craneales muy definidas, puede estar confirmándonos en parte esta teoría.
En los casos de hidrocefalia adquirida, esta puede darse a cualquier edad debido a traumatismos, tumores o infecciones que afectan al cerebro. Mientras que en la congénita, aunque el animal ha nacido con ella, los síntomas no se manifestarán generalmente hasta la edad comprendida entre los 2 y los 6 meses.
Síntomas de la hidrocefalia en perros
- Agrandamiento de la cabeza (en cachorros el cráneo no se ha terminado de cerrar, lo que permite su agrandamiento).
- Los cachorros con hidrocefalia congénita suelen ser más pequeños y menos desarrollados que sus hermanos de camada.
- Retraso en el desarrollo mental y dificultad para aprender.
- Cambios en el comportamiento repentinos (leves, agresividad o confusión. Llegando incluso a la demencia).
- Capacidad visual afectada.
- Caminar de manera anormal (descoordinada, desviada y/o con falta de equilibrio).
- Caminar en círculos.
- Apoyar la cabeza contra superficies.
- Depresión.
- Atrofia del cerebro.
- Estado de estupor.
- Estado de coma.
Ante la menor duda, lo más apropiado es que acudamos al veterinario, que mediante las pruebas pertinentes (hemograma, bioquímica, radiografía, ecografía, TAC y RM) y tras el diagnóstico, procederá con el tratamiento más adecuado para nuestro perro.
Tratamiento para la hidrocefalia en perros
El tratamiento de la hidrocefalia en perros está destinado a estabilizar el sistema nervioso y evitar o controlar los ataques convulsivos en el caso de que se hayan dado previamente, para ello se hará obligatorio el uso de fármacos, oxigenoterapia, control de las constantes vitales, temperatura, presión intracraneal y dolor.
El correcto seguimiento y manejo del cachorro solo puede darse mediante hospitalización.
En casos graves en los que el tratamiento no funciona, se puede recurrir a la colocación de un drenaje artificial con el objetivo de eliminar el LCR. Esta es una última alternativa, de la que como terapia experimental, no se han documentado buenos resultados.
En casos de menor severidad, el perro podrá permanecer en su casa con un tratamiento consistente en corticoterapia, diuréticos y controles veterinarios periódicos.
La hidrocefalia en perros y su pronóstico
Esta es una afección de la que no existe cura, cuyo pronóstico será siempre reservado. El tratamiento paliativo consistirá en mantener un equilibrio de la producción de LCR y evitar su acumulación, para que no se produzcan trastornos nerviosos o incluso, la muerte.
No obstante, también se han documentado casos de resolución espontánea de la hidrocefalia en perros, pero estos son excepcionales.
Bibliografía:
Orozco Padilla, S.C. y Aranzazu Taborda, D. 2000. Hidrocefalia canina: Reporte de casos. Revista Colombiana de ciencias pecuarias. ISSN-e0120-0690,Vol. 14, Nº. 2, 2001,págs.173-180.
López García, C.A. 2004. Adiestramiento canino cognitivo-emocional. Ed. Díaz de Santos, Madrid.