La psicología canina es una disciplina con poco tiempo de desarrollo y se espera que en los próximos años tenga una gran evolución.

¿Quieres saber que es la psicología canina? ¿Te interesaría conocer en que basa sus conocimientos? ¿Quieres saber cómo evolucionará esta profesión en los próximos años? ¿Te gustaría saber cómo es la psicología de los perros? Y ¿Quieres saber cómo desarrolla su trabajo un psicólogo canino?

Pues para darte respuesta a todas estas preguntas, sigue leyendo.

 

La psicología canina en la actualidad

 

Actualmente la “psicología canina” que se está aplicando en la mayoría de los casos, se nutre de una etología en muchas ocasiones malinterpretada y de una psicología básica conductista.

Que un “profesional” centre su argumentación en la dominancia y en energías, ya es motivo como para preocuparse, pero si además de esto, se pone a simular mordiscos con la mano y a tumbar al perro para someterle, mejor coger al animal (me estoy refiriendo al perro) y salir de ahí tratando de correr más que el mismísimo Usain Bolt.

Pero por suerte, también existen los profesionales que se exigen mucho a sí mismos para dar un servicio al cliente a la altura de las circunstancias.

 

El esperanzador futuro de la psicología canina

 

El futuro de esta profesión está en las manos de los profesionales comprometidos, ya que los conocimientos adquiridos por estos no se encuentran en un solo curso, sino que es un trabajo de aprendizaje e investigación constante.

La psicología centra sus estudios en el ser humano, por eso es necesario un riguroso trabajo de adaptación al perro, pero esta no es la única ciencia que puede contribuir positivamente en la formación de los futuros profesionales, ya que también, las neurociencias deberán ser adaptadas y la gran contribución de la etología y la antrozoología, serán indispensables.

Y es que la psicología canina debe tener un enfoque multidisciplinar para poder dar un servicio adaptado a las necesidades del cliente.

La contribución de diversas disciplinas en la futura psicología canina

Etología: Gracias a la etología conoceremos el comportamiento del lobo en entornos naturales, lo que nos permitirá entender muchos comportamientos del perro. Pero teniendo en cuenta el proceso de cambio por el que ha pasado, llamado domesticación.

Antrozoología: Esta nos permitirá entender mejor la relación e interacciones entre el hombre y el perro y la influencia que pueden llegar a ejercerse entre ambos (humano y perro).

Neurociencias: Llegar a entender como funciona el cerebro del perro, nos permitirá educarle y solucionar sus problemas de comportamiento de forma más rápida y eficaz.

Psicología: Un riguroso trabajo de adaptación al perro, nos permitirá ampliar nuestros conocimientos sobre los problemas de comportamiento que sufre y de las terapias a seguir.

 

¿Cómo es la psicología de los perros?

 

Para conocer la psicología canina al completo, se debería realizar un curso con mucho contenido y ese no es el objetivo de este artículo, pero intentaré hacer un breve resumen.

El perro es un lobo domesticado

El perro es la versión domesticada del lobo y a pesar de que para muchos, estos sean considerados como especies distintas, la ciencia se muestra tajante al darle la denominación Canis lupus familiaris (Canis:grupo, lupus:especie y familiaris:subespecie).

El hecho de que puedan tener descendencia fértil es otro indicativo. Además, las pruebas  sobre el ADN mitocondrial del perro y el lobo, nos muestran un rotundo 99,8% de parentesco genético.

Debemos tener en cuenta que 15.000 o 30.000 años, a nivel evolutivo, es un número de años ridículo, los cambios en el comportamiento, en el físico, o en la forma de vida, no son suficientes para catalogarlos como especies distintas.

Dmitry K.Belyaev y los zorros plateados

El ejemplo más destacable lo encontramos en el experimento que inició  Dmitry K.Belyaev en 1959 con zorros plateados (vulpes vulpes). La finalidad de este era conseguir ejemplares más mansos para facilitar su manipulación en las peleterías.

Tras 20 generaciones, no sólo cambiaron su comportamiento, también lo hicieron físicamente. Sin embargo, no por ello podemos considerar a esos zorros una especie distinta del zorro plateado.

La selección artificial ejecutada por el hombre es la responsable de forzar esos cambios y aunque física y conductualmente puedan parecer distintos, genéticamente siguen siendo prácticamente iguales, individuos de una  misma  especie.

La selección genética forzada por el hombre

Por eso, es fundamental estudiar el comportamiento de los perros entendiendo que, aunque pertenecen a la misma especie que el lobo, ha existido cierto proceso de cambio con respecto a este.

Para ello, hay libros buenísimos como Etología del lobo y el perro, de David Nieto Maceín, que expone, de una manera magistral, el origen de muchas conductas del perro y que nos muestra al lobo cómo realmente es y no como nos lo habían contado.

Estas diferencias del perro con respecto al lobo, están destinadas a tener individuos con una tendencia muy marcada, hacia ciertas labores beneficiosas para el hombre (guardia, defensa, pastoreo, guía para invidentes, perros de señal, caza, compañía, belleza, deportes de competición…)

Para ello, dependiendo del objetivo de selección, es fundamental que muestren una mayor neotenia, sumisión hacia el hombre, búsqueda de afecto por parte de este y ganas de agradarle.

Para una verdadera adaptación de la psicología al perro, se hace fundamental entender y estudiar en profundidad a este, al lobo y el proceso de cambio generado por el hombre entre ambos.

imagen de un lobo.

¿Qué hace un psicólogo de perros?

 

En el trabajo de un psicólogo canino, se hace indispensable el entendimiento de los procesos mentales e instintivos del perro y de la influencia del ser humano sobre estos.

El psicólogo canino debe ser un profundo conocedor de la mente del perro, de las emociones, de los procesos cognitivos  y de las reacciones adaptativas e inadaptativas  de este a su entorno.

Los métodos utilizados para solucionar dichas inadaptaciones para la vida con su dueño, difieren  dependiendo de la escuela de la que proceda dicho psicólogo. Pero tienen algo en común, ninguna de estas escuelas dan un enfoque completo y ninguna tiene la verdad absoluta.

Por ese motivo, son los profesionales los que deben perseguir y alcanzar la excelencia mediante un estudio y práctica constantes, ya que los conocimientos sin la práctica, no sirven de nada.

Estos profesionales deben ser grandes educadores caninos, expertos en terapia del comportamiento y buenos, al menos, para el adiestramiento básico en obediencia.

La preparación en esta especialidad no acaba nunca, ya que con ella se persigue el conocimiento de forma constante, aunque para estos profesionales conlleve una gran autoexigencia.

Utilización de la psicología canina en la educación

Aplicar la psicología canina en la educación de tu perro es algo primordial:

1º Porque conocer como se debe educar adecuadamente al animal, te evitará futuros problemas de comportamiento.

2º Dominar los procesos de aprendizaje y su aplicación, te servirá para enseñarle de una manera más rápida, eficaz y con los menores errores posibles.

3º Conocer las emociones que siente y como las expresa mediante su comunicación corporal y vocalizaciones, te ayudará a comprenderle mejor y actuar en consonancia.

4º Comprender los instintos y sus pulsiones, que en el perro son los provenientes del lobo y que han sido alterados por el hombre seleccionando generación tras generación lo más interesante, dependiendo de la tarea a realizar por este, te permitirá entender por qué desarrolla ciertas conductas y como entrenarlas, focalizarlas, redirigirlas o inhibirlas.

5º El entendimiento de conceptos para su correcta educación, como socialización, habituación, generalización, discriminación… y su uso adecuado, son fundamentales para los primeros meses de vida de tu cachorro.

Uso de la psicología canina en la terapia del comportamiento

Desde el conocimiento especializado de la mente del perro, se puede encauzar y solucionar la gran mayoría de problemas de comportamiento. Para ello, dicho especialista debe adaptar sus recursos tanto al entorno, como a la situación a tratar.

Conductas agresivas, ansiedad por separación, fobias, hiperactividad, ladrido incesante, ect, deben ser solucionadas mediante terapias  en las que se apliquen la desensibilización sistemática, inundación, contracondicionamiento, gestión de la frustración, reducción de estrés…

Esto te permitirá tener una correcta relación con tu perro y empezar a disfrutar realmente de lo que supone vivir con él.

Bibliografía:

Nieto, D. 2015. Etología del lobo y del perro. Análisis e interpretación de su conducta. Tundra Ediciones, Valencia.